26 oct 2015

Trueque donde la moneda es el tiempo

Casi 200 socios participan en esta iniciativa que nació en 2012 La concejal de Igualdad, Pilar Ortega, también se suma a la chequera de horas
CRISTINA ORTEGA | ACTUALIZADO 26.10.2015 - 12:03
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La concejal de Igualdad y socia del banco, Pilar Ortega, junto a Georgina y Pablo.
Dicen que lo que siempre nos falta es el tiempo, pero ¿qué ocurre cuando este se convierte en moneda de cambio? El Banco del Tiempo es una iniciativa del Ayuntamiento que nació en el año 2012 y que en la actualidad cuenta con aproximadamente 200 socios. En palabras de la concejal de Asuntos Sociales, Familia y Políticas de Igualdad, Pilar Ortega, es un banco donde lo importante no es el dinero, sino los conocimientos, los valores personales y la dedicación a los demás.

Su funcionamiento es muy sencillo. A cada socio, que previamente será entrevistado
para conocer qué puede ofrecer, se le entrega un talonario de tiempo. Ahí debe
apuntar los servicios, las horas que le dedica y el beneficiario. Todas las horas
 pasan por la secretaría, para que se lleve un recuento exhaustivo de las horas
que cada socio aporta y recibe. Y aquí surge una pregunta, ¿qué pasa si te quedas
sin tiempo? Chelo García, coordinadora del banco, aseguró que no hay ningún
 problema, no existe un límite y que si se acaba la chequera de un socio se
 entrega otra. Se pueden encontrar actividades de lo más variopinto, desde
acompañar a hacer la compra o realizar tareas de bricolaje, hasta aprender
windsurf o sánscrito, lengua antigua indoeuropea.

Pablo Gómez fue profesor de Matemáticas, Física y Química en la Universidad
 Complutense de Madrid. Desde el año pasado da clases en su casa a los
socios del banco que lo necesiten. A cambio, ha pedido tareas de tapicería,
 de planchado y también de informática. "Me gustaría que aumentase el
número de participantes y de actividades de este banco de solidaridad en
 el que la medida es el tiempo", señaló Pablo.

A parte del mecanismo habitual que emplean los socios, también está el
apadrinamiento de personas mayores. Esto consiste en que un grupo de
socios que se ofrecen a prestar servicios de acompañamiento al médico.
 "En este caso la personas mayor no tiene que entregar un cheque por
el servicio, sino que es la secretaría la que compensa las horas", explicó
 Chelo García, encargada del banco.

Georgina Senobua es profesora de baile y una de las participantes más
veteranas. Ya lleva tres años ofreciendo actividades como animación infantil,
 malabares de fuego, peinados africanos, yoga, taller de cariocas, baile y como
 novedad, piensa incluir zumba para niños. A cambio solicita que la acompañen
 a hacer la compra, cuidar de su hija, asistencia jurídica o teatro. "Todo lo que
he recibido ha sido muy grato y tengo muchas ganas de seguir". "Además de lo
 beneficioso de los servicios, se conoce mucha gente y se hacen grandes amigos",
apuntó Chelo. "La gente viene a dar, te sientes muy cómodo y tranquilo y hace
que no te dé apuro pedir algo", señalaba Georgina.

La concejal Pilar Ortega también es socia de esta iniciativa y ha ofrecido talleres
 sobre decoración, consistentes en la creación de centros florales para navidad
con materiales reciclados. A cambio aprendió a hacer bolsos también con
 materiales reciclados y telas.

Ángeles García es otra de las usuarias y actualmente es ama de casa. Conoció 
esta actividad a través de la televisión y cuando se enteró de que se iba a
hacer aquí no dudó en apuntarse. Ofrece acompañamiento y pide masajes y
asesoría para hacer el currículum. "Experimentas cosas nuevas y es muy
 positivo en todos los sentidos", dijo.

"La única forma de no salir en las fotos es haciéndolas", dijo entre risas Rocío
 García,otra de las participantes. Ella se dedicó muchos años a la contabilidad, 
se quedó sin empleo y decidió estudiar Fotografía en la Escuela de Arte. Ayuda 
con la declaración de la renta, fotos de carné, o con fotos para las madres de
 la Asociación A toda vela.

"Algunas asociaciones como esta o La Guajira nos ceden su espacio para clases
 de Inglés, por ejemplo, y a cambio nosotros también le hacemos un hueco en 
talleres y demás", dijo Chelo.

A parte de todas estas actividades, cuando hay mucha gente interesada en una
cosas se concierte en un taller. "Hemos hecho talleres de coaching, sexualidad, 
de reparación de ordenadores o de senderismo por la playa de los Genoveses", 
aseguró la coordinadora del banco.

Es la oportunidad de hacer lo que te gusta y enseñar a la gente. Cosas cotidianas
que para otros son todo un mundo para descubrir. Una actividad que sin duda
enriquece sin necesidad de que haya dinero de por medio.

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